La madrugada llega y con ella te levantas,
amor
por la tierra y por tu gente
amor
por el agua y la vida,
todo
esto a abrir los ojos te motiva.
El
azadón, el machete haz de agarrar,
un
nuevo día de trabajo ha llegado,
las
semillas tienes que esparcir después de la tierra arar,
y
consentirlas como si de tus hijos se tratara.
Después
de un tiempo tu esfuerzo empieza a aflorar,
ya
vez el sustento para tu familia llegar,
así
como tu hermano pescador del río los peces debe sacar
para
a los suyos poder alimentar.
Y
qué decir de tu hermano minero,
a
los ríos un día de buena suerte debe rogar
o
a la tierra y a la retro que un poquito de oro deje escapar,
para
un día más a la vida poderle robar.
Vida
fácil no es,
sacrificarse
mucho con el sol sobre tu cabeza,
superar
grandes dificultades para poder proteger la cosecha,
pero
son cosas pequeñas pues es más grande tu fortaleza.
Hoy
te enfrentas a duros momentos,
vienen
grandes máquinas y todo van destruyendo,
epm
los envía para sus riquezas agrandar
sin
importar que por eso pierdas tu sustento.
Después
de que el estado envía sus hombres a reprimir
no
has tenido otra opción que resistir,
hoy
has venido a buscar solidaridad en Medellín,
y
has caminado muchos días para proteger los ríos y la tierra que te dan de que
vivir.
Tus
hermanos y compañeras en esta ciudad,
aunque
aún pocos seamos,
queremos
dar nuestros esfuerzos
para
tu meta acompañarte a alcanzar.
Y
después de este objetico cumplir,
un
poco más allá queremos avanzar
y
una nueva sociedad poder construir,
donde
sean hombres y mujeres trabajadores los que definan el rumbo a seguir.
Jorge
C.