martes, 16 de octubre de 2012

Problema Agrario.


Hace un año la universidad estuvo inmersa en una coyuntura debido a la reforma a la ley 30, que regula la educación superior en el país, presentada por el gobierno de JuanMa Santos. Debido las protestas de la comunidad universitaria del país, el proyecto de reforma se paró, con la promesa de que se cumplirían unas garantías para la construcción de un nuevo proyecto de ley que se adecué a las necesidades del pueblo colombiano y que salga de éstos, con el liderazgo de los estudiantes. 

Es innegable que de alguna manera éste hecho concentró la atención de los estudiantes universitarios en el problema estructural de la educación pero hoy no podemos olvidarnos que el problema no se presenta aislado de la sociedad en general y de sus problemas. Es por eso que hoy vemos de vital importancia tratar el problema agrario en Colombia, como un problema estructural que viene desde la colonia, que con la independencia cambia ciertas formalidades pero no lo resuelve. El conflicto social y armado en Colombia tiene raíces en el problema agrario y en el sector rural, que son los que sostienen este conflicto. Terratenientes y Paramilitares, Latifundio y Especulación de la tierra, Poder Político y Corrupción, Minifundio y Campesinos, Despojo y Desplazamiento, Feudalidad y Capitalismo. Todas estás palabras encierran en gran parte el problema agrario; no vamos a teorizar sobre esto, por lo menos por ahora. Mostremos lo concreto, los hechos, cifras:

  • Actualmente el 77% de la tierra está en manos del 13% de propietarios, pero el 3,6% de éstos tiene el 30% de la tierra.                                 
  • El 80% de los pequeños campesinos tiene menos de una Unidad Agrícola Familiar (UAF), es decir que son microfundistas.                                       
  • Se calcula que 6,6 millones de hectáreas fueron despojadas por la violencia en las últimas dos décadas, esto es el 15% de la superficie.                                   
  • El 55% de los campesinos pobres nunca ha recibido asistencia técnica.El 85% de la población carece de alcantarillado.5,8 millones de hectáreas (más de lo que hay sembrado en comida) han sido otorgados dentro de los 9.000 títulos mineros vigentes y hay 20.000 nuevas solicitudes.                         
  • En la violencia de los años 50 se perdieron 383.000 hectáreas.                                                                                                                           

Consecuencias del problema agrario las vivimos a diario, las vemos en la casa, en la calle, en la universidad. El 41% de los colombianos se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria, lo cual nos lleva a pensar qué es seguridad y soberanía alimentaria. Pues hace algunos años el expresidente George W. Bush que la agricultura y los alimentos era un asunto de seguridad nacional, por su vital importancia, entonces es obvia la importancia de la producción y abastecimiento de alimentos que cobra en un país (si hasta georgito se dio cuenta a pesar de su enorme sagacidad y su inteligencia). En el 2011 la importación de alimentos y bebidas en Colombia era de US$2.849 millones; pero esta cifra sigue en aumento por cuenta de los TLC´s, que en el primer trisemestre del año 2012 ha aumento 50% con respecto al anterior año. Colombia importa desde maíz amarillo, aceites vegetales, sorgo, cebada, carne, frutas, pasando por productos lácteos, hortalizas y hasta café. Esto nos pone en una cuestionada condición de soberanía alimentaria, porque realmente no existe. Las cifras del desplazamiento son alarmantes, Colombia tiene entre 4 y 6 millones de desplazados por la violencia ilegal y legal, por cuenta de los ejércitos privados de los terratenientes criollos. La posesión de grandes extensiones de tierra sigue siendo objeto de especulación económica y ésta posesión da un enorme poder político en el país. La no democratización de la tierra (“tierra para quien la trabaja”), ha hecho que Colombia viva en un atraso económico tenaz, especialmente en el sector rural donde se sienten relaciones feudales todavía (el señor feudal equivalente al terrateniente criollo con ejércitos privados y los siervos equivalentes a los campesinos, atados a la tierra y a los terratenientes que poseen el poder económico y político en la región).  

La Universidad poco ha hecho en lo concreto para cambiar está realidad; excepto por estudios académicos que sustentan una realidad que la viven millones y uno que otro proyecto con los campesinos. Pero la realidad es que el grueso de las investigaciones y proyectos productivos están enfocados en los monocultivos (caña, palma, café) que generan violencia, precarias condiciones laborales y el acaparamiento de la tierra; investigaciones sobre la minería (locomotora en este gobierno). En general la investigación no está dirigida para darle solución al problema agrario.  Como estudiantes que nos formamos en distintas disciplinas debemos apropopiarnos de la realidad decadente de nuestro país y transformarnos en sujetos que en los hechos trabajen por una transformación del país hacía una sociedad más justa. Es un deber de la universidad acercarse a la realidad del pueblo para junto con éste avanzar a un cambio, pero no es acercarse al pueblo como si éste fuera un extraño a la realidad universitaria, sino acercarse como que éste es la razón de su existencia. La educación que necesitamos es una educación nacional científica y al servicio del pueblo. 

viernes, 5 de octubre de 2012

¿ES LA TIERRA PARA EL QUE LA TRABAJA?




Actualmente distintos sectores sociales, luchan y se enfrentan con el estado colombiano exigiendo respeto por sus territorios y toda la diversidad cultural que se desenvuelve en ellos, además de la devolución de muchos otros que a través de la historia les han sido arrebatados de una forma violenta, bajo engaños o una falsa esperanza de progreso, generando así más desplazamiento y pobreza en nuestro país; despojo que hoy continua como veremos más adelante…
La base del problema agrario en Colombia es la concentración de la tierra en pocas manos; actualmente el 77% de la tierra está en manos del 13% de propietarios, pero el 3,6% de éstos tiene el 30% de la tierra, mientras  el 80% de los pequeños campesinos tienen entre 1 y 5 hectáreas y un solo terrateniente llega a poseer más de 1000 hectáreas.
Los terratenientes que son los grandes acaparadores de tierra, le dan un mal uso a esta, ya que tierras con vocación agrícola son destinadas a la siembra de monocultivos como la palma africana y en algunos casos simplemente no la usan o la llenan de ganado. (ganadería extensiva; que hoy suman 39,2 millones de hectáreas para esta actividad, de las cuales solo 21 millones son aptas para ella. En contraste, de las 21,5 millones de hectáreas de tierra con capacidad agrícola, solo se usan 4,9 millones. No obstante, una hectárea de agricultura genera 12,5 más valor que una de ganadería).
¿… y por qué esto es malo?
 la concentración   de la tierra  lleva a que la economía de las familias campesinas sea vea más limitada, debido a que cada vez hay menos tierra  para trabajar,  dicha situación es preocupante y alarmante, muchas familias en esta posición se ven obligadas a desplazarse a la ciudad, donde en su mayoría tienen que emplearse en oficios mal remunerados, en otras ocasiones lo que es peor no pueden encontrar empleo y si se quedan en el campo se someten al trabajo que el terrateniente les quiera dar y lo que él les quiera pagar.
El otro aspecto importante es que  no solo afecta el campo, afecta en general a todo un país; imaginarse un país que no sea capaz de producir los alimentos necesarios para sus propios habitantes, es un panorama poco alentador. Si analizamos este aspecto desde un punto de vista político estamos perdiendo nuestra soberanía y no solo la alimentaria, por ejemplo el 41% de los colombianos se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria, o sea carencia (falta) del acceso físico, económico y social a alimentos; además estamos importando Productos que podrían estar produciendo nuestros campesinos si no se les estuviera arrebatando la tierra; aunque a pesar de la falta de acceso a esta, el 70% de los alimentos que se producen en el país vienen de los pequeños campesinos.
Pues bien la pregunta que debemos hacernos es: si Colombia es una nación con buenas tierras para la agricultura, con su gran diversidad de climas y sobre todo con la población campesina, ¿Por qué disminuimos cada vez más la producción de alimentos?, ¿hacia dónde nos llevan las políticas del actual gobierno?  ¿Por qué se impulsa el sector minero y no el agro?...

Un problema de mucho tiempo atrás….
Como mencionábamos anteriormente en la actualidad son muchos los levantamientos de indígenas campesinos exigiendo sus tierras, pero no es solo un problema de actualidad, para entender un poco de donde viene el problema tenemos que devolvernos a tiempos de la colonia. Como sabemos fuimos colonia de los españoles, y también hablamos mucho de la independencia. Los próceres que eran criollos,  hijos de españoles nacidos en América, ya que no contaban con recursos para financiar la instrumentación militar que requería conseguir la independencia, buscaron ayuda económica de Inglaterra, ayuda que por supuesto no sería gratis; como sabemos se logro la “independencia”, o más bien el cambio  de dueño por decirlo de alguna manera, ya que Inglaterra continuo con el saqueo, estableciendo condiciones económicas, inundando el país de sus mercancías, impidiendo el desarrollo nacional. En resumen los españoles llegaron y se adueñaron de las tierras, con la independencia no se repartieron entre los indígenas y esclavos, solo se les cambio el dueño, hoy la gran potencia es EEUU pero como vemos las tierras aun no se han repartido y las condiciones del pueblo son cada día peor.
¿Cómo podemos aportar desde la universidad a la solución del conflicto?
La Universidad poco ha hecho en lo concreto para cambiar está realidad; excepto por estudios académicos que sustentan una realidad que la viven millones y uno que otro proyecto con los campesinos. Pero la realidad es que el grueso de las investigaciones y proyectos productivos están enfocados en los monocultivos (caña, palma, café). Los monocultivos claramente se relacionan con despojo de tierras, desplazamiento de campesinos (incluyendo afrodescendientes e indígenas), precarias condiciones laborales y acaparamiento de la tierra; investigaciones sobre la minería -locomotora en este gobierno- que tiene similares consecuencias. Sobre la minería es ilustrativo el hecho de que 5,8 millones de hectáreas (más de lo que hay sembrado en comida) han sido otorgados dentro de los 9.000 títulos mineros vigentes y hay 20.000 nuevas solicitudes. En general la investigación no está dirigida para darle solución al problema agrario.
Como estudiantes que nos formamos en distintas disciplinas debemos apropiarnos de la realidad decadente de nuestro país y transformarnos en sujetos que en los hechos trabajen por cambiar la realidad del país hacía una sociedad más justa. Es un deber de la universidad acercarse a la realidad del pueblo para junto con éste avanzar a un cambio, pero no es acercarse al pueblo como si éste fuera un extraño a la realidad universitaria, sino acercarse como que éste es la razón de su existencia. Necesitamos que la universidad abra las puertas a campesinos, indígenas, negros, obreros, amas de casa, a todo el pueblo trabajador. La educación que necesitamos es una educación nacional científica y al servicio del pueblo.
¡La tierra no se compra, la tierra no se vende, la tierra se trabaja, se libera y se defiende!
Dudas y comentarios: menteabiertaun@gmail.com

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